jueves, 26 de marzo de 2015

Un plan brillante para nuestras vacaciones estivales en Canarias



Si tienes cierta edad seguramente sabes a qué archipiélago nos referimos cuando decimos las Islas Afortunadas. Puede ser incluso que hayas oído a tus padres o a tus familiares referir esta cuestión. Naturalmente si vives en ellas por fuerza conoces tal denominación. Así que para aquellos que no lo sepan, por Islas Afortunadas nos referimos a las Canarias, un conjunto de islas volcánicas que se conquistaron en el siglo XV por parte de los castellanos y que desde entonces han formado parte de nuestra historia e idiosincrasia.
La verdad es que antes era bastante común que todo recién casado fuera a este archipiélago a pasar la luna de miel. Estaba claro que se trataba de un lugar donde siempre hacía sol, con unas temperaturas agradabilísimas, un mar atlántico en ocasiones calmo y en ocasiones más fiero, unas playas de arena que variaban de color (del negro cenizoso al ocre apagado) y unos precios más que competitivos. Sin embargo la irrupción del Caribe a la hora de elegir destinos varió nuestras preferencias. De ahí que ahora la isla sea destino turístico preferente, pero más bien como lugar de vacaciones estándar. Y en verano, primavera o invierno puedes visitarlas, que seguro les sacas provecho.
En realidad no podríamos decir tal cosa, porque unos días en Canarias son de todo menos corrientes. Las siete islas ofrecen un montón de secretos y placeres para todos los sentidos que se quedan grabados a fuego en el alma y que no se pueden olvidar jamás. La dinámica de la vida en este archipiélago es distinta a la de la Península, y los canarios lo saben. Sus comidas, sus bebidas, su humor, todo es distinto. Incluso en aspectos tan cotidianos de la vida corriente, como por ejemplo la posibilidad de reparar tu vehículo de dos ruedas en unos buenos desguaces de ciclomotores. La verdad es que sí, que la originalidad es la bandera de este territorio. Y lo mejor de todo, si viajamos a las islas con nuestro propio vehículo también podremos repararlo allí si se nos rompe, o acudir a un desguace y convertir nuestra máquina de dos ruedas, que es la mejor opción para conocer las Canarias, en un negocio bastante viable.
Así que ya lo sabes, si quieres sumergirte en el Atlántico, descubrir la delicia de los paisajes volcánicos, probar el queso majorero y el mojo picó, saborear un buen pescado fresco a la plancha, caminar entre bosques de laurisilva, mirar al horizonte y ver picos nevados o bucear entre bancos de peces y plantas marinas, la opción para este verano tiene nombre y apellidos. En efecto, las Islas Afortunadas. Recorrerlas con tu motocicleta bien reparada es la opción más pertinente para que el paisaje nos empape. Seguro que al año siguiente te planteas volver…