Se trata de una duda recurrente que a más de un conductor
veterano se le puede pasar en algún momento por la cabeza. “¿Merece la pena vender mi coche al
desguace?” Como siempre suele pasar en estos casos, conviene hacer una lista
con los pros y los contras de hacerlo, pero de entrada cabe decir que en casos
de coches siniestrados o que ya no de más de sí, casi siempre es la opción más
acertada.
Ahora bien, ¿cuáles son los pasos que debe uno seguir si
quiere llevar su coche a una empresa de desguaces? Lo primero es informarse
bien y contactar con una compañía de confianza que ofrezca todas las garantías.
No todas las empresas ofrecen los mismos servicios ni con la misma calidad ni
celeridad, por lo que siempre conviene antes echar un vistazo y preguntar a
nuestros conocidos por su experiencia previa en estos sitios.
Lo ideal es hablar con una empresa que dé una cobertura de
tipo integral, con servicios 360 grados. Es decir, que se encargue de todo el
proceso desde la recogida del coche hasta su baja de los registros oficiales,
pasando por el procesamiento de los diferentes componentes tóxicos del coche y
la venta de las piezas que se puedan considerar recuperables. De ese modo no
tendremos que preocuparnos de nada, salvo de aportar alguna documentación que
se nos pueda pedir para tramitar la baja del vehículo de los archivos de la
Dirección General de Tráfico.
Típicamente estos documentos son el permiso de circulación,
procurando que esté en vigor en ese momento, la ficha técnica del vehículo, así
como el DNI (o en el caso de ciudadanos extranjeros la tarjeta de residencia),
o incluso si se trata de empresas en vez de particulares, del NIF de la
compañía en forma de fotocopia válida.
En cuanto se deja el coche en la empresa de desguace el
dueño debe recibir dos documentos importantes: el que acredita la tramitación
definitiva de la baja del vehículo y también una copia del certificado de
destrucción del vehículo por parte de un Centro Autorizado de Tratamiento, que
legalmente pueda manejar los residuos tóxicos, clasificarlos y reciclarlos.
¿Y qué beneficio se obtiene de vender un coche en el
desguace? Principalmente económico, pero además en dos vías. Por un lado se
recibe una cantidad por el coche depositado en el desguace. Pero por otro lado
se deja de consumir gasolina en un modelo viejo que por lo común suele ser más
ineficiente energéticamente, ya sea por el tipo de motor, o por el desgaste de
los neumáticos. Y también se deja de ir al taller cada dos por tres para
arreglar nuevas averías que suelen surgir típicamente cada cierto tiempo en
vehículos antiguos.
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